Monasterio de Cantauque

El monasterio de Cantauque está situado en un dominio agrícola y forestal de las Altas Corbières, a unos treinta kilómetros de Carcasona (Aude).

 

La Virgen María, Cristo y San Martín en el fresco de la entrada del monasterio de Cantauque

Desde el punto de vista eclesiástico, depende de la Metrópolis Ortodoxa Rumana de Europa Occidental y Meridional.

El monasterio fue fundado en 2002 por un grupo de monjes que habían vivido más de veinte años cerca de Jerusalén.

El monasterio es de lengua francesa. Las melodías de sus celebraciones son adaptaciones de la música eclesiástica griega (psáltica) al francés.

 

pájaro que representa el Espíritu Santo sobre fondo azul, detalle del fresco del claustro del monasterio de Cantauque

 

 

El monje es un hombre que, a la llamada de Jesucristo, ha renunciado a la vida secular como fundar un hogar, hacer una carrera profesional… Se entrega ante todo a la oración, a la lucha contra las pasiones, a la meditación, al ayuno y al recuerdo de Dios.
 
Comparte su tiempo principalmente entre las celebraciones de los Oficios, el estudio de la Palabra de Dios (Biblia) y de los Padres de la Iglesia. Se entrega también a diversos trabajos como la acogida de los peregrinos y retirados, el huerto, la granja, el mantenimiento de los edificios, la administración, la iconografía, el cincelado de la madera.

 

Dios separando la tierra de las aguas, detalle del fresco del claustro del monasterio de Cantauque

El compromiso con la vida monástica se hace progresivamente tras un tiempo de noviciado: Rasoforado, Pequeño Hábito, Gran Hábito. Desde el Pequeño Hábito, el monje renuncia a toda posesión. Renuncia también a la libre disposición de su persona, a su propia voluntad, y obedece al superior, llamado Abad o Hegúmeno. La vida monástica exige, además de la fe ortodoxa, una serie de cualidades, las primeras de las cuales son la humildad, la generosidad y la fidelidad por amor de Cristo.